COMENTARIO DE TEXTO

1) CLASIFICACIÓN

A) Naturaleza y origen
Es un texto histórico circunstancial, ya que se trata de un discurso escrito y pronunciado por Joseph Chamberlain a favor del imperialismo británico.

B) Circunstancias del texto
El discurso está escrito entre1895 y 1896.

En ésta época, el imperialismo se encontraba en pleno auge entre los poderosos de Europa como lo es Reino Unido, que buscaba colonias en el exterior sobre todo por razones económicas (conseguir materias primas y consumidores de sus productos). Aunque también había otro tipo de razones, como lo son las financieras, las demográficas (emigración hacia colonias de doblamiento), las políticas y estratégicas (en el caso de Gran Bretaña, para tener asegurada la ruta mediterránea hacia la India), las razones de prestigio (orgullo nacional), o las razones ideológicas y religiosas (conciencia civilizadora de la raza blanca).
Pero también hubo movimientos anti-imperialistas, como los acontecidos por el canciller alemán Bismarck, que se preocupó sólo por consolidar su unidad territorial. También el imperialismo fue despreciado por el francés Clemenceau y por los congresos de la Internacional Socialista.
Algunos de los acontecimientos importantes que ocurrieron en éste periodo de tiempo son:

- El establecimiento de un protectorado por parte de los EE.UU. sobre las islas Hawai.- Se inicia la guerra de independencia cubana y otras rebeliones contra España.
- Francia conquista Madagascar.
- Se produce la guerra más corta de la historia entre las armadas de Gran Bretaña y Zanzíbar, que se rinde es convertida en colonia británica tras una lucha de 39 minutos.

C) Autor

El autor de este fragmento de texto fue Joseph Chamberlain (1836-1914), un influyente empresario y político británico, defensor del imperialismo en política exterior y de la reforma social en política interior.
Nació en Londres el 8 de julio de 1836, y comenzó a trabajar en el negocio familiar a los dieciséis años. Dos años después se trasladó a Birmingham, donde sus prósperas fábricas le permitieron retirarse a los 38 años siendo ya rico.
Inició su carrera política en 1873 al ser elegido alcalde de Birmingham. Mientras desempeñaba este cargo, se llevó a cabo la demolición y reconstrucción de los barrios bajos y el ayuntamiento asumió la administración y distribución de la red de gas y agua.
Chamberlain fue elegido miembro del Parlamento como candidato del Partido Liberal británico en 1876. Cuatro años después se le nombró Ministro de Comercio del segundo gabinete de William Ewart Gladstone, donde su reciente interés por la política imperialista le llevó a abogar por un estatuto de autonomía parcial para Irlanda. Sin embargo, su proyecto no fue aceptado ni por Gladstone ni por los irlandeses, de modo que Chamberlain dimitió. Más tarde pasó a ser nombrado Ministro de las Colonias en el gabinete conservador del nuevo Primer Ministro, Robert Gascoyne-Cecil, tercer Marqués de Salisbury.
Chamberlain fue un importante defensor de reformas sociales en política interior como reformas en la educación o la defensa de la Ley sobre Seguro Laboral de Accidentes de 1897. Sin embargo, acabó destacando principalmente como un gran defensor de los intereses imperialistas británicos, especialmente en Sudáfrica, cuya gestión inmediatamente antes de la Segunda Guerra de los Bóer (1899-1902) fue duramente criticada por algunos sectores y alabada por otros. Cuando la guerra terminó, sentó un precedente al visitar personalmente las colonias de Sudáfrica como Ministro de Asuntos Exteriores y felicitar a Robert Baden-Powell, máximo héroe de la batalla. Las medidas que adoptó posteriormente en materia colonial tenían por objeto estrechar los vínculos económicos del Imperio Británico, pero su programa que proponía poner fin a la tradición de libre comercio, resultó muy impopular.
En 1906 sufrió una apoplejía (ataque cerebral) que le dejó inválido hasta el día de su fallecimiento, el 2 de julio de 1914.

D) Destinatario del texto
El destinatario de este texto fue el pueblo británico, ya que es un discurso que sirvió para avivar la llama patriótica del pueblo y para que el autor fuera apoyado en su mentalidad imperialista.


2) ANÁLISIS DEL CONTENIDO

A) Análisis externo
El texto consta de ocho líneas y de dos párrafos.

El párrafo más largo es el segundo, con cinco líneas. Por lo cual, el más corto es el primero, que consta de tres líneas.

- En el primer párrafo el autor explica sus pensamientos hacia la raza británica y hacia el Imperio Británico, diciendo que “es la mayor raza imperial que en el mundo se ha conocido”.

- En el segundo párrafo el autor nos explica por qué su imperio es el mayor en todo el mundo, haciendo alusión a sus numerosas colonias en todo el mundo.


B) Análisis interno
Imperio (línea 1, párrafo 1)
País (en este caso Gran Bretaña) que se expande por todo el mundo para conseguir, sobre todo, beneficios económicos (búsqueda de materias primas, de nuevos mercados en los que vender sus productos)

Raza (línea 2, párrafo 1)
El término raza se refiere a cada uno de los grupos en que se subdividen las especies. Las categorías raciales humanas más usadas son la de color y la blanca. En la época en la que se escribió el texto, se creía inferior a la raza de color, por lo que en la mayoría de los casos, estas personas fueron esclavizadas.

Colonias (línea 5, párrafo 2)
Territorio dominado y administrado en su totalidad por una potencia extranjera, la mayoría de las veces europea.

Sumisión (línea 6, párrafo 2)
Rendimiento o sometimiento de la población británica ante el Estado.



3) COMENTARIO

El imperialismo se inició entre los siglos XVI y XVIII en Europa, cuando se produjo una primera expansión colonial en América y Asia, siendo la base de esto el comercio. Se inició principalmente en la Gran Depresión, y sus principales causas son:

a) Razones económicas: la necesidad de materias primas y la de buscar nuevos mercados en los que vender los productos manufacturados llevó a los principales países europeos a crear colonias en otros países. Los países europeos buscaron, por encima de todo, hacerse con mercados protegidos en sus colonias, sobre todo después de la guerra de secesión, donde los suministros de algodón que se exportaban desde América hacia Europa quedaron cortados.

b) Razones financieras: la acumulación de capital en Europa se invirtió en las colonias para la construcción de infraestructuras, explotación de minas y puesta en marcha de plantaciones agrarias.

c) Razones demográficas: a finales del siglo XIX, se incrementó la población europea gracias al mantenimiento de las altas tasas de natalidad y al descenso de la mortalidad. La emigración hacia las distintas colonias de poblamiento ayudó a que no existieran grandes problemas por falta de trabajo y por superpoblación en los países europeos.

d) Razones políticas y estratégicas: como razones políticas podemos entender también las de tipo psicológico o sentimental, como es en el caso de Francia, que busca resarcirse de su fracaso militar ante Prusia y al mismo tiempo, levantar la moral de su tropa y sociedad.
Entre las motivaciones estratégicas, la necesidad de una amplia red de bases navales y puntos de avituallamiento de flota también jugó un papel importante en el afán expansionista europeo. Podemos ver como ejemplo el de Gran Bretaña, que consiguió asegurar la ruta mediterránea hacia la India.

e) Razones de prestigio: también el honor y el orgullo nacional impulsaron a muchos países europeos a ampliar sus colonias.

f) Razones ideológicas y religiosas: la conciencia de la misión civilizadora, que se consideraba propia de la raza blanca, mediante la lucha contra la esclavitud., mejoras sanitarias…

g) Otras razones: algunos historiadores destacan las motivaciones de aventureros, científicos e investigadores, y gente en busca de una nueva oportunidad en la vida.

También hubo movimientos anti-imperialistas, como por ejemplo el caso de la nueva Alemania de Bismarck, donde el canciller mantuvo durante bastante tiempo el criterio según el cual Alemania debía centrarse en consolidad su unidad territorial y extender su dominio a costa de sus vecinos mediante alianzas políticas. Una política que llevase a Alemania a ocupar un lugar privilegiado en la marcha política y económica de Europa. Para logar esto, era fundamental evitar la dispersión de fuerzas fuera del continente europeo.
También cabe destacar la política anti-imperialista del Francés Clemenceau y de la Internacional Socialista.

En el caso del imperialismo en África, su ocupación y explotación culminan en 1974, cuando sólo dos estados son independientes: Abisinia y Liberia (creada por los EE.UU.). La adquisición del territorio africano se convierte en una competición encarnizada disputada por las potencias europeas.
Se iniciaron dos grandes proyectos:
a) El británico, que consistía en unir de norte a sur el continente africano.
b) El francés, que se basaba en conectar África de este a oeste.
c) El portugués, que intentó conectar Angola con Mozambique.
Los conflictos derivados de estos proyectos desencadenaron la creación del Congreso de Berlín.
Hubo grandes rivalidades en la colonización de África, como las acontecidas en Egipto, en Túnez, en Fashoda (Sudán), en Sudáfrica o en Marruecos.

La política imperialista desde los años 70 no sólo se limitó al continente africano, sino que también avanzó sobre Asia.
Sobre este continente se forjaron cuatro imperios europeos, que son las indias holandesas, las francesas, las alemanas y las británicas. También China y Rusia se consolidaron como fuertes potencia en esa zona del mapa.

Las potencias extraeuropeas también expandieron sus dominios por el resto del mundo, como es el caso de los EE.UU., que consigue anexionarse Alaska, Hawai y Wake. También consigue Filipinas (como consecuencia de la guerra contra España), Guam, Cuba y Puerto Rico.
Cabe destacar también la incorporación japonesa a esta competición colonial donde consiguió anexionarse las islas Buriles, el sur de Sajalín, Manchuria, la península de Corea, la Isla de Formosa (actual Taiwán) y bases comerciales en China (Port Arthur).


4) CRÍTICA Y CONCLUSIONES
El colonialismo ayudó a los países europeos a escapar de la decadencia en la que se involucraron tras la Gran Depresión. Encontraron consumidores de sus productos, materias primas, solucionaron la superpoblación… pero esto no fue suficiente para saciar sus ansias de conseguir el mayor número de colonias y de obtener el mayor número de capital. Emprendieron una impensable y inmoral competición, primero en África, y luego en Asia, robando, por así decir, las numerosas materias primas que no les pertenecían, y no dejando libres a los países nativos para conseguir alcanzar el nivel del resto del mundo, y así, ser ellos los que, por su esfuerzo, escribieran su propia historia sin estar atados a ninguna metrópoli que les diera órdenes. Esto llevó también a no dejar desarrollar naturalmente las culturas de dichos países, pues estaban dominadas, en mayor o menor medida, por sus colonizadores. Pero no sólo podemos destacar los fallos y las consecuencias de la política imperialista, porque también es cierto que ayudó a los países subdesarrollados sanitariamente, y también instaló muchas infraestructuras que no se podrían haber llevado a cabo sin la ayuda económica de los países colonizadores.

En conclusión, los países colonizadores, cegados por la codicia y por llegar a ser una de las grandes potencias del mundo, destrozaron todo aquello que pisaban sin importarles las consecuencias que esto podía acarrear en un futuro, desviando el rumbo de las historia de los territorios sometidos.

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